Saturday 10 May 2008

The Emperor Tomato Ketchup

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Una vez más, gracias a The Weird World Of he tenido la oportunidad de ver una obra realmente extraña y perturbadora: The Emperor Tomato Ketchup. En ella, Shuji Terayama narra una especie de revuelta infantil contra el mundo de los adultos. Y digo "especie" porque la cinta no es fácilmente inteligible que digamos (vamos, que a Lynch le encantaría).
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Lo que realmente predomina aquí es el sexo, el juego, la violencia y la rebeldía. Un síndrome infantil peterpanesco generalizado y kamikaze. Niños sádicos, el minijefe montándoselo con tres decrépitas mujeres, un enano decapitando a una gallina... le encantará a todo el que ¿Quién puede matar a un niño? le parezca una puta mariconada. Estas cosas no se podrían hacer hoy, así que es de agradecer que al menos se pueda tener a mano el pasado.
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¿Mensaje? En este tipo de cosas cada uno suele sacar el suyo, pero yo veo un poco el rollo este de que todas las revoluciones -por necesarias que sean- traen consigo inevitablemente caos y destrucción, que la línea entre la libertad y el libertinaje es muy difusa, que los revolucionarios suelen acabar convirtiéndose con el tiempo en todo aquello contra lo que habían luchado y qué se yo, todo eso. La empecé a ver por pura cinefagia, pero una vez vista, os la recomiendo.

1 comment:

  1. He olvidado añadir a modo de curiosidad que el grupo inglés Stereolab tituló así a uno de sus álbums: The Emperor Tomato Ketchup.

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