Tuesday 6 May 2008

El juego de tu vida: telemierda a saco


Tras Dutifrí, Sardá volvió a lo suyo
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Lo que voy a decir ahora es una salvajada, pero qué le vamos a hacer. ¿Quién no ha fantaseado alguna vez con poder ver un Perseguido real en su televisor? Así es el alma humana, me temo. Gladiadores televisivos con sus mejores momentos colgados en Youtube... y es que la idea que plantea Battle Royale no es nueva, queridos amigos. Siempre ha estado ahí.
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Por supuesto estoy exagerando, y si algún día llegase a ocurrir algo así yo sería el primero que pondría el grito en el cielo pero, ¿no hay días en los que llega a parecer factible? La televisión depende de su público más que nadie, y lo que la masa pide es Chiki-Chiki a tutiplén. A los hechos me remito.
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No creo que jamás lleguemos a eso, pero es indudable que nuestros pasos caminan hacia un horizonte similar. ¿Hubiese imaginado Peter Weir a la insufrible Mercedes Milá haciendo un Show de Truman castizo (mientras paralelamente desvirtuaba a una novela de Orwell)? Y eso sólo fue el principio. Vidas ajenas burdamente maquilladas y/o alteradas hasta transformarlas en maniqueas ficciones, guiñoles carentes de vida, marionetas al son de una música impuesta, ¿no es eso lo que también nos venden los programas del corazón?, ¿y la MTV?, ¿y las series de ficción? Quince burdos segundos (no ya minutos) de fama... ¿no se nutre de eso Youtube o esta misma red de anónimos blogs? Es una basura, pero irremediablemente hace tiempo que formamos parte de ella.




Por suerte podemos poner diques al mar porque todavía no ha llegado la "librevisión", y tanto el mando como el botón de apagado están al alcance de nuestra mano. Alejémonos un poco de la hija tonta del cine, por salud.



Telecinco ha dado de nuevo un paso más hacia El perseguido con el que oscuramente soñamos todos gracias a un programa de "qualité" para cualquier buen gourmet de telemierda que se precie: El juego de tu vida (programa al que rebautizaría gustosamente como El juego de tus miserias).
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Con lo nuevo de Emma García se constatan 3 hechos:
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- Que siempre puede haber algo peor.
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- Que el dinero (y poco, además) ya es lo único que importa a ciertas personas -personas en general culturalmente deficientes-.
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- Que es divertidísimo ver sufrir voluntariamente a "otros".
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Sólo les falta una cinta y un enfermo cardíaco, hepático o pulmonar crónico y tenemos la versión patria del Caminando hacia los billetes de King. ¿Y sabéis lo peor de todo? Que mientras se canta el alirón en fútbol al ritmo de El juego de tu vida, en Myanmar desearían cagarse en nuestra puta madre, pero no tienen tiempo ni para eso.
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La "librevisión" está cerca señores (o al menos, la confirmación de la tesis de Hobbes, El mundo feliz de Huxley o algo semejante -o peor-).
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Y por si alguien dudaba a estas alturas, veo El juego de tu vida siempre que me acuerdo:-)




PD: No pienso volver a poner ni un paréntesis joellovesclementiniano más, porque no hay vez que los cumpla. Os dejo una recomendación televisiva con algo más de chicha -no en el sentido de "carnaza", porque sólo con el de Emma de eso ya vais sobrados-: The Office.

Ignorando al gran Steve Carrell, ¿reconocéis al de su derecha? Es el tipo que acaba como la sirenita en La casa de los 1000 cadáveres de Zombie.
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