"No sé si os acordáis de un episodio de Cheers en el que había un día al año en el que quedaban todos en casa de alguien para ver los siete magníficos. Durante el episodio se enfadan todos con todos. Al final están todos sentados en el bar sin hablarse. De repente alguien empieza a tararear la musiquilla. Tam, tan, tatán, tan tatatán... Uno a uno se van sumando al coro, y al final salen corriendo todos juntos para ir a ver la película. Para mí la vida es eso. Por muy mal que pensemos que están las cosas, al final nos vence el entusiasmo".
Francisco Nixon dixit.
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