Puede que antes de emigrar temporalmente a mi pueblo vaya a ver al cine La fuente de la vida; sí, ya sé que acaban de estrenar Zodiac, pero no quiero que con la peli de Aronofsky me pase lo mismo que con Sunshine (es decir, que me quiten la película de las salas antes de ir a verla). Y también sé que la crítica no se ha entusiasmado demasiado con el film, y además no he visto Pi y odio Réquiem por un sueño, pero es que a mí las historias cruzadas de amores imposibles y pulsos contra la muerte me pierden :-)...
¿Y a qué vienen estas fotos de la resurrección de Andrés Calamaro en el Palacio de los Deportes de Madrid? Pues vienen a que yo estuve allí, viendo sus alas quemadas regenerándose frente al público y a su voz herida quebrando corazones (jaja que pocas ganas tengo de escribir y cómo se nota)... enfin, eso, que lo vi... ¡y lo volveré a ver! Pero esta vez, el maestro iluminará con su estrella a 70.000 incondicionales oyentes en el Parc del Fórum de Barcelona... ¡Allí os espero a todos!
Pd1: A mi madre le encanta pintar, y lo hace razonablemente bien. Y sin duda éste es uno de mis cuadros favoritos (no por su forma -tiene mejores-, sino por su fondo)... Aunque no tenga título, a mí me evoca miles: ¿Quién no ve en él al cadáver de Amèlie, al fin de la vida de ensueño? ¿Quién no ve a Natalie Portman; a lo que podría llegar a ser la Mathilda de León? ¿Quién no ve en él, además, a una Lulú cansada de su erotismo, del daño que constantemente produce su belleza? Simplemente: maravilloso.
Pd2: Y finalmente, otra pregunta: ¿A qué es debido el título de esta entrada? Pues a Alta Fidelidad por un lado, y por otro a la foto que sirve de punto final (o más bien, seguido) a la entrada. Volveré pronto a mi ciudad. A Joel Loves Clementine, espero que también.
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